Durante los 9 meses de gestación el cuerpo ha tenido grandes transformaciones. El suelo pélvico soportará el peso del bebé y sufrirá un aumento de presión. Esto unido a la distensión provocada por las hormonas producirá un SUELO PÉLVICO FATIGADO.
Por ello es necesario revisarlo por un fisioterapeuta especializado en uroginecología tras la gestación y hacer ejercicios adaptados para su recuperación.
Es importante conocer como fue el parto para desarrollar un plan adaptado de recuperación postparto individualizado, no todas las mujeres necesitan lo mismo, ni con la misma intensidad.
Si el parto fue por cesárea, tenemos que pensar que en esta cirugía mayor existe un rasgamiento de los músculos del abdomen por lo que cualquier activación del CORE será molesto para la madre. Caminar será el ejercicio por excelencia ya que no hay impacto ni activación directa tanto de abdomen como de suelo pélvico.
Por el contrario, si el parto ha sido vaginal, la recuperación suele ser más rápida (si no existe sutura por episiotomía) y podemos empezar antes.
Tanto si ha sido vaginal como por cesárea, está prohibido hacer abdominales clásicos porque en vez de beneficiar empeorará la diástasis fisiológica postparto que en algunos casos no se rectificará por el daño de la línea alba.