El cólico del lactante es un trastorno típico de los primeros meses de vida que se caracteriza por un llanto intenso y prolongado sin causa aparente. Para nosotros muchas veces es un cajón desastre de muchas cosas relacionadas con el bebé y queremos daros algunos detalles para saber identificar cuándo es importante acudir a un fisioterapeuta pediátrico especializado.
El cólico del lactante suele aparecer entre los 15 y 30 días de vida, sin embargo, pueden darse casos donde los síntomas se presentan antes o después de este periodo de tiempo.
En el recién nacido 0-15 días: No es un cólico del lactante y la mayoría de las veces es por una causa estructural asociada a un parto complicado, largo o con fórceps y ventosa.
El cólico debuta normalmente sobre los 15 días.
Para algunos pediatras sigue siendo utilizada la Regla de Wessel: Episodio de llanto intenso y vigoroso durante al menos 3 horas al día, 3 días a la semana, durante al menos 3 semanas en un niño sano y bien alimentado. Y por lo general menor de 3 meses.
Pero entre nosotros, ¿Quién es capaz de escuchar llorar a su bebe, durante tanto tiempo?
Os vamos a dar una alegría, solo un 5% de los bebés tiene cólico del lactante, entonces ¿Qué le pasa a mi bebé? ¿Por qué no para de llorar?
En ocasiones los bebés por su sistema digestivo inmaduro, hace que no expulsen bien los gases y los retenga y les cueste hacer caca produciendo estreñimiento, provocándole dolor y malestar.
Para el estreñimiento del bebe hay que tener en cuenta si estamos haciendo lactancia materna, mixta o artificial, ya que dependiendo del tipo de toma, así se denominará si tiene o no estreñimiento. Por otro lado, hay niños que tienen mucho reflujo, y hay que diferenciar entre un reflujo que puede generarles dolor y quemazón, o simplemente un exceso de toma.
Por todo ello, lo más importante antes de tratar al bebé, es saber identificar de dónde viene su dolor y mal estar, y así hacer un tratamiento específico desde la Fisioterapia y Osteopatía Pediátrica.
Tener en cuenta como ha sido el parto es fundamental ya que nos ayudará a tratar al bebe y posibles problemas que sufra la madre. Muchas veces los problemas de lactancia están asociados a cólicos en el bebé.
A día de hoy no están claras, si bien la teoría apunta a una inmadurez del sistema digestivo del bebé, así como a la falta de motilidad intestinal (peristaltismo).
Nosotros nos preguntamos muchas veces ¿Por qué no porteamos más? La posición de nuestro bebé en el porteo mejora el flujo gastroesofágico, debido a esto, favorece la expulsión de gases y deposiciones y alivia el reflujo.
El porteo es un método de prevención del cólico, por el movimiento y la posición del bebe.
Es importante antes de todo, un diagnóstico del pediatra excluyendo otras patologías como es la intolerancia a la proteína de vaca o un ERGE que deberá de tratarse con Osteopatía y medicación.
Nuestro tratamiento comienza con una detallada anamnesis para saber por qué sufre nuestro bebé y así aplicar las técnicas fisioterápicas y osteopatías necesarias para ayudar al sistema digestivo inmaduro del recién nacido, en esta anamnesis también valoramos temas como:
Con este primer test observamos de dónde viene el malestar del bebe y así realizar un tratamiento específico para cada bebe:
En muchas ocasiones el bebe mejora detectando ciertos comportamientos, posiciones de las tomas, tipo de lactancia, tiempos, o alimentación de la mama.
Una vez rellenado el test y valorado por la Unidad de Pediatría, nos pondremos en contacto con los papás para realizar la primera visita y en ella realizar el tratamiento específico del bebe, observar y modificar algunos comportamientos y enseñar a los padres diferentes herramientas para que ellos ayuden a sus bebés.
Mejoría en el tránsito intestinal, en la evacuación de las heces y los gases y una mayor facilidad en el eructo aumentando así el bienestar del bebé y la calidad y el tiempo de sueño.
Relajación abdominal y del descanso en el bebé
Además, se consigue de una manera natural una mejoría en la alimentación del niño, que realizará tomas más correctas manteniendo mejor el tiempo entre ellas.
Relajación del abdomen, de tensiones musculares y sueño reparador.
Siempre decimos lo mismo, los BEBÉS quieren estar bien, si lloran es porque algo les pasa y deberemos atender sus demandas.
