Uno de los métodos más eficaces es la hidratación. Si en circunstancias fuera del embarazo ya se recomienda ingerir al menos dos litros de agua al día, estando embarazada esto cobra mayor importancia. No sólo el agua es necesaria, también una dieta sana y equilibrada no sólo es buena para el normal desarrollo del embarazo, sino también para aportar vitaminas necesarias que favorezcan la producción del colágeno.
Además de seguir unas pautas de hidratación y alimentación saludables, el ejercicio físico y evitar una vida sedentaria, favorecerán que la circulación se mantenga activa.
La cosmética, también va a ser un gran aliado en nuestra lucha contra las estrías: las cremas o aceites específicos contra estrías y aptos para el embarazo, permitirán nutrir la piel, aumentando su elasticidad. Se recomienda comenzar a utilizarlos antes incluso de que la barriga comience a crecer una vez al día, ampliando a dos a medida que avance el embarazo.
Principios activos recomendados en productos antiestrías: centella asiática, Vitamina C, E y F, el colágeno, ácido hialurónico, los aceites vegetales de karité, almendras dulces, jojoba, oliva, aguacate o de coco.
Hay que señalar que existen en el mercado ciertos productos para combatir las estrías compuestos de retinol, que debemos evitar en el embarazo, pues puede tener efectos perjudiciales para el feto.