La lengua de los bebés es clave en la lactancia. Una de las principales causas que provocan un agarre incorrecto en la lactancia es la existencia de un frenillo corto en bebés. En este artículo vamos a hablar sobre el frenillo corto o anquiloglosia en bebés, cómo detectarlo y tratarlo.
Como expertos en fisioterapia pediátrica, vamos a resolver esta duda tan común que tienen los padres.
Un mito bastante extendido es que son los labios del bebé son los que realizan la función principal de succión en la lactancia; sin embargo, es precisamente la lengua la que desempeña un papel fundamental debido a sus movimientos mediante los cuales, comprime la areola para extraer la leche y forma un canal por el cual lleva la leche al fondo de la boca para ser tragada.
El frenillo es un pliegue que se encuentra en la base de la lengua y sirve de unión con la mucosa inferior. Si es corto, puede impedir los movimientos necesarios de la lengua, provocando un agarre incorrecto. Dependiendo de si los movimientos se impiden parcial o totalmente, existen distintos tipos o grados de frenillo corto, siendo los leves o de tipo IV, los más habituales:
Los bebés con anguiloglosia utilizan los labios o la mandíbula para agarrar el pecho, debido a la imposibilidad de hacerlo con la lengua.
La anquiloglosia, como acabamos de ver, perjudica tanto a mamás como a bebés.
En las madres además de las molestias físicas, como pueden ser las grietas e incluso mastitis, provoca una gran frustración. Las tomas pueden ser frecuentes y largas, generando un gran cansancio al tener la sensación de tomas interminables.
Además, como el bebé no mama correctamente la producción de leche se desajusta, pudiendo bajar (hipogalactia), pero también puede aumentar para compensar la toma caótica, produciendo ingurgitaciones.
Ello, unido a la irritabilidad del bebé, las dificultades para coger peso, y los posibles cólicos, pueden originar el abandono prematuro de la lactancia materna.
Lo primero es acudir a una matrona para diagnosticar la existencia de un frenillo corto o cualquier otro problema asociado a la lactancia materna. La matrona podrá aconsejarte sobre la mejor alternativa que puede ser cambiar de postura al amamantar y para ciertos casos, un tratamiento quirúrgico, que no siempre va a ser necesario o fisioterapia.
El abordaje con fisioterapia tiene el objetivo de realizar una estimulación de la cavidad oral para mejorar y optimizar la función motriz de la lengua y musculatura bucal.
Con el tratamiento se buscará lograr un proceso deglutorio funcional y coordinar la función respiratoria con la actividad deglutoria.
Tras una frenectomía también está aconsejado realizar fisioterapia y realizar ejercicios para la recuperación de la lengua tras la intervención quirúrgica.
Muchos de los bebés diagnosticados de frenillo corto acaban teniendo lactancias exitosas, por lo que es importante recibir asesoramiento experto.
En Fisioterapia Vicetto contamos con una Unidad de Lactancia y fisioterapia pediátrica en la que podremos ayudarte y asesorarte sobre las dificultades de agarre y los mejores tratamientos y alternativas para tu caso concreto.
Pide tu consulta de valoración y disfruta de la lactancia materna.